jueves, 10 de febrero de 2011

Sobre el libro "Plumaje de boda", comentario de Carlos Etxeba (Bilbao/España)

Yaguaron Ediciones ha editado un delicioso poemario amoroso que tiene la particularidad de ocultar el nombre de los autores de cada poema.

Se especifica al principio que los autores son María Angélica Salguero y Miguel Ángel Migliarini, pero se oculta deliberadamente a quién de los dos pertenece cada uno de los veintisiete poemas de que se compone el poemario.





A primera vista se trata de una fusión espiritual de dos almas gemelas que comparten por igual sus emociones poéticas. Cosa sorprendente porque se despojan de toda materialidad sujetiva, de todo egoísmo convencional y se desnudan ante el espejo poético de la verdad que sustenta la inspiración de estos poetas tan singulares, cubriéndose solamente con los ropajes de una poesía amorosa íntimamente sentida, hasta el punto de lanzar los mismos clamores de deseos como llamaradas en las tinieblas del universo.





Se trata de una conjunción artística altruística entre dos voluntades, dos inspiraciones, dos almas que laten al unísono en un mundo que se desmorona de egoísmos y que han lanzado al mundo un juramento de fidelidad poética.





El poemario se divide en tres partes tituladas Visitación, Interludio y Redención. En esta primera parte se adentra la poesía en un escenario angustioso, aplicándose el remedio de una acupuntura existencial en los puntos claves del alma herida con la precisión de un acupuntor oriental.

... La clave es un largo camino
devolviendo pesares...

... Dios me permite adentrarme trémulo
en la nervadura de las cosas...

... Debo seguir viviendo
e intentar ser como el mar...





El poema Peldaños es un poema escalonado donde se descubre poco a poco el renacimiento del alma esperanzada. Lentamente se va entretejiendo un encaje de sentimientos que encuentran su equilibrio en un lecho de anhelos amorosos.

... Se ha apagado el llanto
y el hombre vuelve a nacer en cuerpo y espíritu.

... Árbol perenne de música y poesía en sinfonía de amor...

El poema Entre Dios y la Nada adentra al lector en uno de los fantasmas que fustigan al hombre, cual es el miedo al dolor, al más allá y el temor a no poder superarlo. Como un náufrago arrojado por las olas en el acantilado mentiroso de la vida, se aferra a Dios para salvarse lejos del vaivén del mar existencial embravecido en un ejercicio valiente de estabilidad emocional.

... ¿Tienes miedo?
¡Sí, por qué negarlo!

... Cuando llegue nuestra hora
el Señor nos dirá: ¡vámonos!





La segunda parte Interludio se abre como un abanico poético aireado por innumerables notas paisajísticas que fluyen de sus bocas como un arroyo interminable.

... Jamás nada muere en los ojos...
... Sostengo la esperanza
grabada en la memoria de los árboles...

Es el paisaje el que se interpone, el que se intercala, el que se mezcla constantemente con los efluvios amorosos que salen de sus corazones.

... Sobre un lecho de amaneceres
caminamos juntos ...
... danza angelical.
milagro transparente,
de dos corazones
y un inocente beso...




Es una búsqueda incansable de la inmaterialidad del amor que nunca terminará ni con la muerte.

... Vendrás por la senda estelar de la vida.
Te estaré aguardando con infinitos besos...
... El árbol por ti existe...

"El árbol por ti existe..." En este verso queda encerrada, definida y sentenciada la misma esencia del amor. El árbol existe no porque lo vea yo, sino porque lo contemplas tú. El árbol existe porque te puedo hablar yo sobre él y me puedo comunicar contigo sobre él, en una palabra porque existes tú. No se puede decir más con menos sílabas sobre un árbol que se yergue estático y solitario en medio de la naturaleza.




Redención, la tercera parte del poemario, es la escritura testimonial del amor conseguido en la notaría del universo. Y es posesión, no deseo o aspiración, ahora es ya encarnación con transfusión de sangre poética dentro de las venas de esta poesía bicéfala amorosamente secreta. Ha quedado registrado en las actas escritas con la sangre del corazón.

... Mensaje de triunfo celeste
en sinfónico latir de vida..
...Con hilos de sueños al cielo se eleva
y es plumaje de boda
por vez primera escrito
grabado queda.





Este mensaje se articula con todos los matices más bellos de la naturaleza, haciéndose música y pintura y convirtiéndose en todas las formas más puras que puede transfigurar el amor.

... Nuestro amor tiene sonido,
color, forma, poesía, como ofrenda...
Tiene todos los sonidos de la montaña
cuando el viento va dejando en melodía su beso.

... Con ternura bienhechora
musicalizamos la victoria
del amor milagroso que nos une...

Una de las originalidades extraordinarias de este poemario bicéfalo es la implicación de un juramento poético de amor publicado a los cuatro vientos por la literatura impresa.





Todo el mundo se ha enterado ya. No se pueden volver a atrás. Lo han jurado solemnemente ante sí y ante el universo y si no cumplen en adelante su juramento literario, se harán reos de sus propias metáforas y de sus propias afirmaciones poéticas.

... Subiendo la montaña iluminada
está grabada la piedra
con el cantar de los aires,
anunciando un amor puro...sagrado.

Desde mi mesa de escritorio, delante de mi ordenador que esta vez ha enmudecido de asombro, aplaudo la originalidad de estos dos poetas argentinos que han sabido combinar la belleza de las palabras con la realidad de un testimonio poético definitivo de amor.

No hay comentarios: